Vaya día! Después de dormir en la ciudad de vacaciones en construcción, y de tomarnos un café en el bar de delante,
salimos camino al camping más cercano para ver si podemos bañarnos en el lago. Resulta que el lago es privado (tócate los cojones!!!) y de difícil acceso.
En el camping tenían la piscina estropeada y el acceso al lago daba más asquito que otra cosa. Después de discutir una hora (mientras yo, Vinillo y Vizu aprendíamos como usar correctamente el frisbi, un dia os hago una clase práctica ;D), se decide abandonar el puto camping a su suerte e ir a ver Bucarest. Ole! Una visita cultural!!!
Llegamos a Bucarest.
Aquí la gente ya parece más cool y fashion.
Aparcamos en una avenida principal, que va a dar a la Casa del Pueblo de Rumania. El segundo edificio más grande del mundo después del Pentágono. La cosa pinta bien!!! Bueno, en realidad el edificio es gigante, inmenso, grandilocuente, megalómano!! Pero nada más, ni bonico, ni interesante. De hecho es tan grande que nos da palo rodearlo para intentar entrar, así que nos vamos dispuestos a encontrar algo realmente interesante de ver.
Encontramos a tres españoles con una Lonely Planet. Les preguntamos y solo son capaces de señalarnos el centro. Mala señal. Preguntamos a un guardia, no nos comenta nada. Eso si, nos ofrece agua, que simpáticos los rumanos. Como siempre que no sabemos dónde ir, acabamos en un bar y nos pedimos unas cervezas y unos sándwiches.
La camarera parecía simpática (vamos, que estaba buenilla) y decidimos preguntarle que ver de Bucarest. Sin respuesta. Eso sí, nos quedó claro que había ocho centros comerciales. Cada uno con sus gustos. Nos dimos una vuelta más pim-pam-pum y nos comimos un helado.
Cogimos el coche y nos fuimos de Bucarest con un agrio sabor de boca. Tanta capital para tan pocas cosas. Rumbo a Constanta, playa sol y mujeres!!!
A medio camino y después de disfrutar de la primera/única autopista de Rumania, paramos a comprar fruta variada y cara. Será que tenemos pinta de turistas...
Al llegar a Constanta nos dimos cuenta en seguida. Es el Lloret de Rumanía. Masificado, con peajes para acceder al centro de día, gente de vacaciones a cholón de arriba a abajo, masificación de coches, etc. A la desesperada encontramos un camping. Oeeeeeee! Que suenen las campanas!
La imagen del mar negro al llegar es impresionante después de estar una semana alejados de la costa.
La playa que tiene en el Mar Negro es de lo mejor que hemos probado en nuestros viajes. El agua está caliente, tan caliente que muchas veces mirabas al de al lao: "guarro! no te mees!", pero no, el agua es así, que le vamos a hacer. Aparte no cubre y la arena es finica. Aishhh que bien se está bañándose en pelotas en el Mar Negro (si Georgie Dan viviera haría una canción sobre esto).
El baño nocturno es genial y hacemos una pila de fotos en el agua con la cámara acuática, sobretodo vizu...
...
Cenamos unos frankfurts cocinados en la playa, al más puro estilo gitaner.
Los solteros hacen un baño adicional de pesca.
pero regresan sin haber tenido suerte.
y nos dispusimos a dormir. Nanit!!!
Gorka
Nury
Genís
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1-Noche en el mar negro
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